Mujer, tú que cautivas con una mirada,
embriagas los sentidos al continuo contorno de tú cuerpo,
el sublime toque sensual en tú voz,
tus dulces y suaves labios guardan una leyenda de pasión.
El perfume natural de tu cabellera,
la textura de tú piel aterciopelada,
el delicado y chispeante color de tus ojos,
manos que expresan vivacidad y confianza,
y ese gesto cautivante de emociones excitantes,
hacen que viva en mi una pasión, un deseo,
un acercamiento, una fantasía, un sueño…
Al verte dormir a mi lado después de vivir instantes infinitos de pasión,
por medio de un acercamiento pudimos experimentar las excitantes fantasías...
que en un sueño culminaron, para más tarde darle el nombre de hermosa pasión.
Hermosa nena mía,
te valoro por tu valentía,
por el entusiasmo de vivir la vida a total plenitud día con día.
Me brindas un amor totalmente genuino,
escuchas mis derrotas y apaciguas mis temores,
siempre atesoras para mí un gesto de consuelo.
Por eso, y por el simple hecho de ser tú misma,
te amo más de lo que pueda expresar mi sencilla escritura,
que no vale nada al compararla con la balanza que pesa tú extraordinaria hermosura.